Sólo con hablar, con decirme tal y cual todo se arregla, pues no, sigo pensando que no soy yo, y que no es lo que sientes por mí lo que realmente dices, ya no te creo nada, te pasa por ser así conmigo por tenerme en vela pensando: ¿Qué habré hecho mal?, pero comprendí que el problema no es mío, sino tuyo.
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